¡Basta ya de saturaciones que nos duelen!
¡Basta ya de ser el saco de boxeo de los demás!
¡Basta ya de asumir culpas que no nos pertenecen!
¡Basta ya!
¡Basta ya de sentir dolor del alma!
¡Basta ya de no reconocerte!
¡Basta ya de vivir mentiras que no llega a ningún lado!
¡Basta ya!
¿Hasta cuando vas a seguir viviendo en esa situación que te lastima?
¿Hasta cuando vas a seguir permitiendo que te ninguneen?
¿Hasta cuando vas a permitir seguir muriendo por dentro?
Muchas veces estamos viviendo sin coherencia, en contra de lo que nos gustaría, permitiendo cosas que no permitiríamos si nos atreviéramos a ser fieles a nuestros valores pero, unas veces por necesidad, por no llevar la contraria, o por hacer felices a los demás aguantamos situaciones que, si lo pensáramos fríamente, y nos centráramos en nosotros mismos y en nuestra salud emocional, no lo haríamos.
¿En qué momentos cambiamos esa forma de vivir?, en el momento que nos duele tanto que ya no aguantamos más. En el momento en el que ya nuestro cuerpo nos indica que lo hemos saturado tanto de estrés y ansiedad que, o paras y cambias de autoflagelarte y sufrir, o va a ser el propio cuerpo el que te pare.
Así que dime, ¿Cuándo vas a decirte ¡Basta ya!?
Escribe:
¿Qué pasara conmigo de aquí a dos años si sigo aguantando est¿cómo me sentiré de aquí a un año se me mantengo sin hacer nada?
¿es lo que quiero?
¿Cómo quiero estar de aquí a dos años?
Visualízate, piensa que has logrado lo que quieres, siente como te sentirías de haber salido de la situación en la que te encuentras y no te gusta y no te hace sentir bien. Y ahora dime, ¿cuál es el primer paso que tienes que dar para acercarte a tu situación ideal?